Esta reunión puede ser considerada como la primera reunión de la Junta Directiva en la Sede CGD. Sin embargo, la reunión será recordada como una que expresó abiertamente mal humor con el gobierno nacional. Tanto es así que algunos de los dirigentes de los grandes sindicatos se movilizaron y huelga para enfrentar el cambio en la fórmula del movimiento previsional, la recesión colectiva, el estado del trabajo social y el diálogo deficitario con el sindicalismo. Al final, estos planes se vieron frustrados, y ahora esas inquietudes se trasladaron a través de un documento donde advertían de la “preocupación” que existe en el sindicato por las acciones de Rosada, que incluyen “programas sociales, asistencia económica a los sectores manufactureros afectados, apoyo para mantener la crisis de salud e ingresos laborales”.
La CGT la considera socia en todos los esfuerzos que se realicen durante esta época de epidemias, y ese esfuerzo se traduce en el papel de los trabajadores directamente involucrados en la lucha contra el coronavirus. Lo mismo hacen en asuntos relacionados con los efectos negativos del virus en la economía y el empleo. Es por eso que la negativa del gobierno a reabrir la igualdad y la posibilidad de que el trabajo social sindical acepte el precio de las vacunas contra el Gobierno-19, entre otros temas, provocó un aumento de las temperaturas en varias reuniones de la junta.
Los más enojados fueron los que representaban a los sindicatos pesados por el número de sus afiliados, sin embargo no necesitaban ser muy activos en la lucha contra los salarios y las medidas coercitivas. Sin embargo, en una reunión celebrada en el edificio Azobardo, pidieron acción directa porque ahora se agregó el listado de quejas sobre el cambio en la fórmula del movimiento previsional.
La mayoría de los presentes, al menos en análisis, coinciden en que la situación con el gobierno es algo tensa, sobre todo por la falta de comunicación (que incluye el gusto del gobierno por esperar ciertos resultados) y la inacción que experimentan las mesas. Rosada, trabajo entre sindicatos y empresarios. Sin embargo, a pesar de este diagnóstico, la mayoría de la gente no sigue el movimiento de medidas de acción directa. Una negación que ahora incluye algunos duros comentarios sobre los afligidos sindicalistas.
La enfermedad se resolvió mediante al menos dos acciones. Por un lado, decidieron convocar reuniones de emergencia con el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Van a pedir que las reuniones se realicen en mal momento para cambiar quejas e inquietudes.
Queda por ver si tomarán alguna medida para conmemorar el 17 de noviembre, el próximo día militante de la primera visita de Juan Domingo Peran en 1972. Este es un tema difícil porque Hugo Moiano ya había anunciado una caravana para ese día 17 de noviembre y se estaba alimentando con el líder camionero de la CGD.
La otra actividad es redactar un informe. “Este texto expresa el interés de la CGT en la acción del gobierno, incluidas las restricciones presupuestarias a los programas sociales, la asistencia económica a los sectores manufactureros afectados por la crisis de salud y el apoyo para mantener los ingresos de los trabajadores”. Por eso, considerando la continuación de la epidemia, dijeron, “no es posible remover el andamiaje socio-económico que se ha construido con tanto esfuerzo, y es necesario garantizar que el cambio en la fórmula de renovación de las pensiones no sea perjudicial para los beneficiarios de las pensiones”.
También se puede decir que hubo una nota ante la Superintendencia de Servicios de Salud exigiendo que la vacuna contra el coronavirus sea “financiada con recursos del tesoro nacional para evitar el sangrado de obra social”.
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