Al final del juego todo estaba podrido. Pese a estar en la estructura de la octava jornada de la Copa de la Liga, este cierre de entre San Lorenzo Y Rosario Central Pudo haber sido la costumbre del partido de vuelta de la Copa Libertadores. Gastón Ávila pelea con la bebé Sabella, y Vecchio, que ya está caliente, se acerca al joven Guerrero, que se desata contra todos los presentes.
Avila pasó con Sabella y Vecchio entró para empujar a alguien de San Lorenzo.
Cuatro de los cinco minutos añadidos por el árbitro Lucas Kamasana cuando comenzó la disputa. Aunque no se lanzaron puñetazos, estalló una furia que provocó conmoción no solo entre los jugadores. Gilly González Incluso podrías verlo Hugo TogallyHoy, el coordinador de las divisiones bajo Guerrero, grita en el campo.
Gilly, muy caliente, se metió en medio de la pelea.
El balance de la lucha masiva se declaró cuando el agua se calmó. Allí el árbitro mostró amarilla a tres futbolistas, Luciano Ferreira, Alexis Sabella y Emiliano Vecchio. Este último ya había sido condenado, por lo que fue expulsado. Pero los fraudes fueron aún peores. En la siguiente jugada, Ángel Romero se escapó a toda velocidad y abofeteó a La Toro Blanco en la cara. Allí, ganó la segunda amarilla y se fue a la lluvia. En ese momento, el espectador ya había jugado con 9, por lo que el paraguayo fue penalizado por el 2-0 definitivo de un partido, que fue más que picante.
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