Varg Vikernes, también conocido como Conde Grishnackh, fue condenado a 21 años de prisión en 1994 por el asesinato del líder de la banda Mayhem, Euronymous. Esta noticia conmocionó a la industria musical, especialmente al mundo del black metal, género al que ambos pertenecían.
Vikernes y Euronymous eran músicos de black metal noruegos y compartían una visión similar basada en el desprecio hacia la sociedad moderna. Sin embargo, su relación se volvió tensa cuando Euronymous reaccionó de manera insensible al suicidio del cantante de Mayhem, Dead.
La rivalidad entre ellos llegó a su punto de quiebre cuando Vikernes, en defensa propia durante una pelea en 1993, apuñaló a Euronymous, causándole la muerte. Además de este crimen, Vikernes también era responsable de una serie de incendios en iglesias y profanaciones de cementerios, acciones que formaban parte de sus creencias odalistas y su visión anticristiana.
La justicia noruega condenó a Vikernes a prisión por el asesinato de Euronymous, así como por los delitos relacionados con los incendios de iglesias y la posesión de explosivos.
A pesar de estar en prisión, Vikernes no dejó de componer música y continuó trabajando en su proyecto solista, Burzum. Además, se convirtió en autor, publicando libros sobre sus creencias y opiniones políticas.
En 2013, Vikernes volvió a ser noticia cuando fue arrestado en Francia bajo sospechas de planear otra masacre. Sin embargo, posteriormente fue exonerado de estos cargos.
Esta historia tan impactante y trágica ha sido llevada a la pantalla grande en la película “Lords of Chaos” en el año 2018, la cual retrata la vida de Varg Vikernes y la rivalidad con Euronymous.
Estos hechos demuestran que la historia del black metal va más allá de la música y nos muestra la cruda realidad que puede existir detrás de este género.
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